Acorralada [Demetri]

Después de aquel tedioso dia en el que me habia encontrado con ese vampiro misterioso, mi viaje a Italia no cedio, sino todo lo contrario, esa ciudad llamada Volterra me intrigaba cada vez más, pensando en todo lo que habia por descubrir, pagué más dias en mi hotel y me segui quedando alli.

Otra de las cálidas noches, sali del lugar y cuando recorri los lugares mas concurridos de la poblacion, quise separarme un poco de alli, ya que si el olor a la sangre seguia entrando por mi nariz, no podria controlarme. Seguramente mi parte "vampirica" estaba saliendo nuevamente.

Sali a una calle desierta y eso hizo que el ardor en mi garganta disminuyese. Pero estuve minutos y minutos caminando, por lo que cuando me quise dar cuenta, no sabia donde estaba. Me asuste y corri, doble una esquina y... nada, sólo una pared. Estaba acorralada pero, ¿a qué? No habia nada por lo cual asustarme ¿no?

La noche callo tan dulce, silenciosa y misteriosa. Me brindaba el placer estar solo. Me ofrecio la oportunidad de ver como mis presas humanas se fatigaban, aceleraban su respiración y su corazon comenzaba a descontrolarse.

Miedo. Tontos mortales que no veian mi presencia, pero la sentian. Mi sed, mi deseos de atarcalos les ponia los instintos alerta. Lastima que no les servia de nada. Yo era mas rapido.

Un hombre joven, fue mi victima. Asustado intento huir, pero yo le alzance. Jugue un rato con él, pero al final aburriendome de tus acciones le ataque. Su sangre fue mas dulce de la que esperaba, y eso me puso de buen humor.

El cadaver lo lleve a un sitio donde se pudiera dar su muerte como accidente y comenze caminar por las calles. Estaba todo desierto, la noche se me habia aliado en aquel silencio de ultratumba que danzabamos.

Pero la calma no dura para siempre. Era algo que aprendi del clan. Un olor peculiarmente familiar inundo mis fosas nasales. Era alguien que no esperaba encontrarme tan cerca. Incluso alguien que no crei volver a ver. Segui el aroma sin dificultad, era demaciado "diferente" como para no identificarlo.

De inmediato supe a donde estaba llendo. Un callejón sin salida. ¿Que hacia alli el pequeño monstruo Cullen? Me acerque a ella, pero me lleve una gran sorpresa de lo que vi. Ya no era una pequeña niña, lo que veia ante mis ojos era toda una joven.

-In-creible- susurre con una sonrisa a medio rostro. Esto me daba la espina de que iba a ser muy divertido.

Yo me quede alli, en ese callejón que si bien creia yo no tenia salida, por algun lugar tendria que volver, pero ¿para qué apurar el momento? Sabia que si volvia podria atacar a cualquier humano inocente que habia por alli, y eso no era lo que me habian enseñado.

Me apoyé contra una de las paredes del callejón, mirando hacia todos lados sintiendome sola, pero al mismo tiempo una sensación de compañía comenzó a llenarme.

De repente, un aroma llenó mi nariz y lo supe reconocer al instante. Vulturi. Ya me habia encontrado con uno y no habia sido la mejor experiencia de mi vida, que digamos.

Me alejé de la pared y empecé a buscar por todos lados, hasta que oí un leve susurro, que no entendi muy bien, pero mi rostro se dirigió a donde se habia originado esas palabras.

Me quedé quieta, no intente correr ni nada, sabia que era mejor ver lo que hacia ese misterioso vampiro antes de que yo haga algo que pueda llegar a alterarlo.

Estaba parada, quieta esperando reconocerme. ¿Lo haria? Lo dudaba mucho. Jamas quize acercarme a esa familia. Si alguna vez toque a un Cullen, fue por ordenes de Aro, por lo demas me importaba muy poco su vida. Conocia a Carlisle. El no era un 'hombre de cuidado", siempre seguia las leyes y para mi era un hombre razonable. Aparte de que demaciado noble.

Nunca me intereso atacar a su familia, excepto cuando sus "hijos" tomaban posiciones de enfrentarme. Rodee la mirada y con ello aparte mi ideas. Necesitaba concentración con aquel especimen, yo no sabia que trucos podia tener.

-Semi humana- rei acercandome a ella.

Mientras mas me acercaba, mas notaba la diferencia. ¿Cuanto habia pasado? El tiempo me era tan irrevelante, con los años me habia dejado de importar como pasaban los dias, pero justo ahora notaba con exactitud lo distraido que era en ese aspecto.

Finalmente me deje ver ante sus ojos. Sali de las sombras y me coloque en medio del callejón. Estaba confiado, no olia a nadie mas por toda el area. Estabamos ella y yo.

Mi boca estaba cerrada, aunque mi interior gritaba por ayuda. Escuché sus palabras y eso hizo que quisiera hablar menos. Camine hacia atrás hasta toparme con la pared del callejón, la verdad es que no tenia ni la más minima gana de toparme con un Vulturi a esas horas de la noche.

No sabia quien era el, eran tantos que... ni recordaba sus nombres, pero él parecia que sabia muy bien quien era yo cosa que me dejaba a un nivel muy bajo. Sabia que estar en Volterra me exponia a peligros ignorados por mi, hasta ese momento.

"¿Quién eres?" pregunte cuando mi espalda chocó contra la fria pared del callejón, sabiendome sin salida.

Miré su cuerpo y su rostro, ya que al acercarse más a mi, pude ver con mejor detalle quién era, y aunque no sabia el nombre eso podria darme alguna pista. Cerré por unos momentos los ojos para poder tranquilizarme, luego los abri para colocar mi mirada en sus ojos borgoña.

Me rei. No me recordaba ¿Eso era bueno o malo? Debia aprovechar la oportunidad y mortificarla un poco, divertirme un poco. Pero no lo hize. Si algun lider se enteraba y no le parecia bien la idea, podrian no estar muy felices conmigo.

-Demetri- le dije observandola con atencion.

En su expresion podia ver algo...¿Miedo?. Rei. Su parte humana estaba mas viva que la vampirica. Podia verlo en sus ojos. El miedo le recorria por el cuerpo, e intentaba alejarse de mi. !Como si pudiera! La pared no le dejaba mas salida, y la unica forma de irse, era pasando por mi lado. Sabia que no lo haria.

-¿Como es que te llamabas pequeño demonio?- intente recordarlo, pero como en aquel entonces no me importo, no lo recordaba con claridad. Ahora lo tendria presente, podia serme muy util.

¿Demetri? Si, creo que en mi casa alguna que otra vez lo nombraron, pero, al ser tan pequeña no me importaba demasiado de las cosas que hablaba mi familia. Solo miré como se reia de vez en cuando, mientras yo queria salir corriendo de alli, sabiendo que si me movia él podria atacarme de cualquier forma.

Me preguntó mi nombre, ya que no lo sabia, y eso me resultaba muy extraño ya que segun mis padres ellos habian ido por mi a Forks. No le di importancia y respondi.

"Renesmée" dije secamente tratando de no decir mucho más, la verdad es que queria oirlo a él.

Me estaba fijando en diferentes maneras de escapar alli, pero mis ojos y mi mente no veian ninguna. Resoplé, yo sola me metia en problemas como esos ¿no?

Si, asi era Renesmee. Que nombre tan raro. Bueno ¿Que esperaba? La mayor parte de su familia lo era. Mas raros que los demas vampiros...habia que aclarar.

-No te dire un gusto conocerte, porque ya te conocia- rei acercandome unos cuantos pasos mas.- Simplemente no te recordaba tan.......grande- agregue burlandome de su situacion.

¿De que forma podia divertirme con ella aqui? Me preguntaba que hacia en el area. ¿Quien sabia que estaba en Volterra? Entre cerre los ojos y me di cuenta, muy tarde, de un detalle curioso. ¿Donde estaba Edward? ¿Tan mal padre era, que dejaba a su unica hija en el terreno Vulturi? No podia ser tan estupido. Quizas la ex-humana de su esposa, lo era, pero él era mas listo que eso. Me dio la idea de que quizas ella estaba realmente sola. No solo aqui en el callejon conmigo...sino que ningun Cullen estaba en Italia.

-¿Como estan en casa?- pregunte cubriendo mi interes en su padre. Sono a un pregunta echa al azar. Era bastante bueno para cubrir mis pensamientos.

¿Tan grande? Y si, la verdad es que alguien que no me veia desde que todavia no sabia caminar muy bien y me veia ahora, habia una gran diferencia. Antes era una bebé y ahora ¿cómo me habian dicho? Ah, sí, una "señorita".

Note como se acercaba a mi, más. ¿Es que era cínico y le gustaba verme temblar de miedo? Noté como su voz, se volvia burlona a cada palabra que decía. Mi mirada se dirigió al suelo para no tener que mantenerle la mirada.

Su última pregunta me tardé en responder ya que no sabia que estaba "bien" como para decirselo, y lo que estaba "mal" y no tendria que ni siquiera pronunciar ante un Vulturi. Quizas se preguntaba qué hacia YO alli, yo una Cullen, sola en Volterra, la ciudad de los Vulturi's.

"Por suerte estan bien, en Forks" le dije. "No creo que te importe mucho" le dije con voz mordaz, sin alejar mi vista del piso.

Su forma de actuar me inquirio que mentia. Tenia un gran instinto para identificar la cosas a mi alrededor. Nada podia estar totalmente bien entre los Cullen si su nuevo y adorado miembro, estaba sin compañia en Volterra.

Debian estar muy envueltos en sus asuntos, o simplemente ser mas estupidos que antes. Pero me parecia que la primer opcion era la adecuada. ¿Porque quedarse en Forks y dejarla a ella venir? No era una situacion muy sensata.

-No, no me importa- exclame burlon hacia la "joven" y timida hibrida.- Pero es curioso que estes abandonada en terreno peligroso.- sonrei de medio lado, tan solo para mostrar mis colmillos, pero casualmente ella mantenia la mirada baja indicandome que tenia menos presencia de la que esperaba.- ¿Que es esto? La nueva Cullen sabe inclinarse ante sus superiores.

Me estaba comenzando a divertir de lo lindo. Yo esperaba que fuera tan "valiente" como lo fue su madre en su estado de mortalidad. Intentando entregarse por amor a su querido Edward. Tan pateticos. De solo recordar el subito interes de Aro, en saber y contarnos sobre eso, me enfermaba los nervios... si es que tenia alguno.

No podia creer que estaba hablando tan tranquila con un ser que podria arrebatarme la vida como por arte de magia. Sabia que un Vulturi no actuaba sin que sus líderes (segun mi abuelo: Aro, Cayo y Marco) les dieran una órden directa.

Examine con cuidado sus palabras y entendí que el vampiro estaba en lo cierto al decirme indirectamente que yo estaba sola, en el territorio del clan Vulturi, y que digamos no eran muy "amigos" de mi familia. Y lo peor de todo, era, que la manzana de la discordia, en la pelea de estas dos familias, era yo. ¿Acaso me querian porque era "especial"? ¿O quizas veian en nosotros un potente clan lider?

No analizé mucho la situación ya que nuevamente subi la mirada al notar que él seguia con la mirada clavada en mi. "¿Terreno peligroso? ¿Acaso no puedo pasear por Italia sin que un vampiro sádico me esté persiguiendo?" le dije con más fiereza de la que me creia capaz, en esa situación. "¿Superiores? Yo no obedezco a nadie, lindo" le dije con una valentia fingida, que, obviamente no sentia.

Pensando en que esta podia ser una de mis unicas oportunidades, supe que tenia que salir pasando por al lado del vampiro, pero ¿qué más podia hacer? Por lo qué, camine despacio hacia un costado del vampiro, intentando escapar.

La sostuve del brazo previniendo cualquier movimiento. !Ah No! Que no intentara engañarme. Le hacia falta mas practica en esta vida, para coger de estupido a un vampiro como yo. Volvi a acorralarla contra la pared, con la gran diferencia de que ahora yo le impidia directamente la salida.

-Sabes que cualquiera puede venir a Volterra, pero tu no eres cualquiera- sonrei respirando su extraño y peculiar olor.- No solo eres una Cullen, eres seguramente el nuevo interes de Aro...¿Te gustaria ir a visitarlos? A toda la guardia le encantaria verte.- mencione con ironia.

La mayoria de nosotros, por no decir exactamente todos, teniamos una terrible aberración hacia ellos. Un odio constante, instalado principalmente porque nuestro principal lider, nos enfocaba demaciado en ellos.

-Deberias aprender a obedecer ordenes...eso es lo unico que te mantiene viva ahora- solte un respiro pesado y escalofriante. Me preguntaba como seria morderla. No se podia morir, si era mitad vampira, ¿Que sabor podria tener su sangre?

Me tomo de sorpresa su rápido movimiento, que me dejó entre la pared del callejón y su cuerpo. "Ahora si que estás atrapada, Renesmée" pensé mirando hacia arriba, antes de volver a fijar mi mirada en la suya. Yo intentaba escapar por algun lado pero era imposible y lo sabia. Él tenia más fuerza, más velocidad y seguramente más experiencia en todo lo demás.

"No quiero ir a ningun lugar contigo, Demetri" le dije revolviéndome en sus brazos. "Tu, y la guardia esa que tu hablas, no me importan en lo más minimo" respondí rebelde.

No entendía porqué estaban tan intrigados por mi, habia muchos mas hibridos en el mundo y justo se venian a fijar en mi. Cerré mis ojos, cansados de recibir esa profunda y atrapante mirada borgoña.

"Yo solo quiero irme, Vulturi" respondi con una mirada de bronca por no poder hacer nada. "Déjame ir y no te molestaré" le dije, mientras sentia su aroma vampirico, que siempre olia en mi hogar, tan cerca, tambien sentia su cuerpo helado junto al mio. En ese momento entendi, no tenia nada por ganar y, todo por perder.